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El Cielo y la Tierra no tienen benevolencia, para ellos los seres sólo son perros de paja. El sabio no tiene benevolencia, para él las gentes del pueblo sólo son perros de paja

Tao Te King


Invocación

No me mires nunca más Y aunque te pida lo contrario, mírame Que no te quiero olvidar


Una escollera errática de propósito incierto Un levante desnortado, olas ignorando al viento Otro emblema sin nobleza, luz de triste sustento Y refulge y restalla en mis ojos el sol desierto Es otro perro muerto


Sirenas que atraen sirenas, ecos en desconcierto El peligro que se deslíe, el mar atado y lento Me llaman voces mudas, el amor flaco y hambriento Y yo sordo honorable para seguir a cubierto De ese otro perro muerto


Me escondo a ciencia cierta y un sueño muere despierto Palabra tras palabra tras palabra me sirven de ungüento “Aplicar sobre la herida”, dicen y cuento el cuento Que me permita olvidar que allí yace al descubierto Aún otro perro muerto


Otro perro que matamos y soy yo el que ha muerto Otro perro muerto que ladrando al sufrimiento Se dejó en el piche de mis ojos su último aliento Otro tú, otro yo, otro todos, es otro perro. Muerto.


Mira, otro perro muerto,


Uno, el primero Dos, no lo mires Infinitos, el infierno.


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La música callada La soledad sonora”

Cántico espiritual. San Juan de la Cruz.


Invocación

Ritmos del silencio, oid Cómo se callan El agua, la sierpe, la vid Y luego estallan en aires que dicen: Venid.


Escucha al mar … si sientes tentaciones De reclamarlo en propiedad, de atarlo Con palabras y números, con piedras Como los duros nombres, esas cárceles.


Si estás celosa de su libertad, O temerosa de su ligereza; Si un brote rígido de solidez Te susurra al oído: “es tuyo, es tuyo”


Si cedes, y lo abocas a una celda De vocablos, a un ataúd de pétreos Cristales, a un escaparate inerte; El mar se quedará contigo, sí.


Y estará siempre disponible y dócil Para tus labios: lo podrás nombrar. Pero será tan solo un espejismo. No será él, sino escultura rígida.


Y deberá callar para que tú hables. Lo podrás mencionar y decir “mío”, “Mi mar, mis olas, mis corrientes, ¡¡mío!!”, pero lo enmudecerán tus palabras.


¿Respirarás tranquila si lo haces? Demasiado tranquila, mira bien: Serás la dueña triste y solitaria De un corazón mudo, de un muerto hermoso.


Siente … y escucha el relato del mar acaricia su piel arcaica, suéñalo; deja que te susurre, que te hable. Entiende que no hay nada que entender.


El mar es un inmenso corazón. Su latido es el latido del mundo. Es el mismo que se palpa en mi pecho cuando lo sientes con tus dedos sabios.


El que bajo tus pechos martillea, pues ellos son seguramente olas que repiten el flameo marino, danza infinita de placer undoso.


Si tienes dudas y el mundo se llena de palabras que tejen una red inexpugnable, asfixiante, sombría, volvamos juntos al mar, de la mano.


Dejaremos sonar su son acuoso Y la playa será nuestro auditorio. Tomémonos, oigamos los latidos En nuestra piel, en todos sus rincones.


Callen las palabras, suene el agua:


Ay, qué dulce era el mar Más, porque no me miraste a los ojos Fui a la orilla a llorar Hoy sólo soy despojos Pues salé el mar, y fue por dos antojos


Por dos antojos Yo salé el mar Por esos ojos


Más poesía en:


  • Dec 24, 2020

Las Esferas Celestes cantan para nosotros; Los Santos Doce bailan con nosotros; ¡Todo lo que es, únase al baile! Los que no bailan, no saben lo que estamos sabiendo.”

Actos apócrifos de Juan. Himno de Jesús. Traducción de Holst.


Invocación

Señores inasequibles Blancos mensajes Renglones casi imposibles Hoy sois celajes Después dioses previsibles


Desterré la salvación ya para siempre Pues se instaló en prados cómodos En los que yo podría tan sólo vivir


Atónito


Con el corazón cerrado por cese Dejando que los insectos Me llenen la boca Y certifiquen que no soy Sino piedra, o polvo


Vivir así es poco vivir


No, ese no soy yo, pues soy espejo Y mi nombre es líquido En el que no podría bañarme dos veces


Yo ya nunca fui yo Sino colina nemorosa o río bruñido o infranqueable Y calo el sentido humano De una piel cualquiera Humana, animal o cosa


No seré estatua de sal por mirar hacia atrás


Antes huiré lejos Como huye el sol como regueros de sudor O ecos luminiscentes


Como huyen las plegarias De las bocas profanas de los fieles


Abominando del sacrificio inútil De usar voces para domar lo sagrado


Aterido de la ausencia De matar a dios para hacer hueco al rezo


De adueñarse de lo divino, que es aire y es verbo, Sólo para ver cómo se marchita


Cada palabra pronunciada en vano agota de muerte otro segundo, Otro minuto, otra hora más Y aunque llene vientres tan sólo


El vacío crece …


Para conocerlo, no sólo callemos


… bailemos:


Robé tus besos Y por ser tan ladrones Estos labios burlones Se vieron presos …


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