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Historia De Un Jabalí o Algo De Ricardo

Como Pasar El Invierno Del Descontento o La Historia De Dos Jabalíes


Teatro de la Abadía

Sala José Luis Alonso

Abril 2021


"Es - sin duda - lo mejor que he visto en los últimos dos años."



"... esta es la primera gran virtud de esta puesta en escena: parece simple, y sin embargo es profunda y sugerente."

Historia de un jabalí es mucho más que una historia. De hecho, son varias. Es la historia de un actor, y también la de una puesta en escena. Y la intrahistoria de Ricardo III, de Shakespeare. También la de una compañía de teatro. Y la propia puesta en escena. Es, por lo tanto, el tejido enmarañado del propio teatro: la revelación de los múltiples dentros y fueras de una representación teatral, y de su metarepresentación.


"Decir algo de ella ... es mucho más complicado que verla."

Todo esto, contado así, suena complicado. Y esta es la primera gran virtud de esta puesta en escena: parece simple, y sin embargo es profunda y sugerente. La prueba: decir algo de ella – más allá de las alabanzas o críticas incondicionales sin interés alguno – es mucho más complicado que verla. Así que empezaré por el final, aunque sea ricardianamente autodestructivo: no lean sobre ella; si aun están a tiempo, vayan a verla. Es - sin duda - lo mejor que he visto en los últimos dos años.


"Maravilloso. Con intensidad y con personalidad ... Un disfrute directo y sin imposturas."

El texto de Gabriel Calderón es descomunal. Inabordable en el mejor de los sentidos, que es el de la abundancia de sentidos. Desde sus al menos tres niveles de realidad (infinitos por lo que generan), surge una lucha a vida entre dos jabalíes: por un lado un actor exigente consigo mismo y con todos, con un punto cínico, pero brutalmente sincero. Por otro un personaje mentiroso y despiadado. No son lo mismo, y parece que - en parte - Historia de un Jabalí es el juego entre ambos. Cuando mejor aparecen las diferencias es precisamente cuando el segundo queda dibujado por las mujeres a las que ultrajó. Curiosamente, o tal vez no tanto, en ese momento se resumió la maestría de Joan Carreras. Cuando un personaje que es un actor, representa los papeles de Ricardo III que no son suyos. Maravilloso. Con intensidad y con personalidad en cada una de ellas. Un disfrute directo y sin imposturas.



Carreras es un actor intenso y valiente, con ganas de estar en escena y divertirse, jugar y buscar. Si tuviera que poner algo en la casilla del debe, tanto en la suya como en la del propio Gabriel Calderón como director, tendría que mencionar algunas acciones huérfanas de sentido, y en otras ocasiones un cierto apresuramiento con el texto. Pero es muy poco en comparación con las virtudes.


También me hubiera encantado ver esta obra con una escenografía alejada del naturalismo cinematográfico. Pero esto tampoco fue suficientemente relevante como para estropearme el goce del conjunto.


"... busqué el texto. Tardará dos meses en llegar, pero podré leerlo otra vez. Merece la pena la espera."

Y el texto: Hermoso y poderoso a partes iguales. Inteligente. Divertido a ratos y trágico otros. Con una capacidad para el ritmo y la versificación envidiables. Me fui con la sensación de que, cuando sea mayor, me encantaría poder escribir así. De hecho busqué el texto. Tardará dos meses en llegar, pero podré leerlo otra vez. Merece la pena la espera.


Lamentablemente, en teatro todo es breve. Ese Hic et nunc grotowskiano es tanto más doloroso cuanto mejor es la obra. Pero su recuerdo hará que, al menos en parte, el invierno de nuestro descontento se haga verano glorioso gracias al sol de Gabriel Calderón y Joan Carreras.




¡Esta obra esta en escena hasta el 25 de Abril!

Para comprar entradas, sigue el link:



 

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Descendimiento

De Ada Salas

Teatro de la Abadía


El Principe Constante

Dirección de Xavier Albertí

Teatro de la Comedia


Fariña

Dirección de Tito Asorey

Teatro Cofidis Alcázar




 

Links:


Teatro Español:


Página Web de la Obra:



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